Nacido en una familia acomodada, antes de iniciar la carrera de arquitectura estudió pintura con el pintor Simó Gòmez y también en la Escuela de la Llotja de Barcelona, etapa de la que no se conserva ninguna obra. Posteriormente obtuvo el título de arquitecto en la Escuela de Arquitectura de Barcelona, profesión por la que se lo conoce.
Tras unos inicios caracterizados por el eclecticismo, produjo obras de estilo modernista entre 1900 y 1910, para cultivar, posteriormente, un estilo más clásico.
Realizó sus primeras intervenciones como arquitecto en calidad de ayudante del también arquitecto F. Villar i Carmona, con obras de tipo religioso: la reforma de la capilla de san José de la basílica de Montserrat y los trabajos del altar de la iglesia de Monistrol, hoy desaparecida. A lo largo de su carrera proyectó muchos edificios religiosos, gran parte de ellos de manera altruista, colaborando con Dorotea de Chopitea, entre los que destaca el templo del Sagrado Corazón de Jesús (1902; carretera de Vallvidrera al Tibidabo, 111-117), que acabó su hijo, también arquitecto, Josep Maria Sagnier i Vidal.
No obstante, sus principales clientes pertenecían a la burguesía, y para ellos construyó muchas viviendas, sobre todo en el Eixample de Barcelona, como, por ejemplo, la casa de Enric Victorià de la Riva (1897; Ali Bei, 1), incorporando las novedades del Modernismo en los nuevos edificios, como las escaleras comunicadas con los patios centrales.
Colaboró con el arquitecto J. Domènech i Estapà en el Palacio de Justicia de Barcelona (1887-1908; paseo de Lluís Companys, 14) y con el ingeniero Pere Garcia i Fària en la nueva Aduana (1896-1902; paseo de Josep Carner, 27 - 29). Asimismo, se pueden encontrar algunas de sus obras suyas en el barrio de Ciutat Vella de Barcelona, como la Casa Dr. Genové (1911; Rambla, 77).
En la última etapa de su trayectoria fue arquitecto de la diócesis de Barcelona, cargo que le permitió obtener el título pontificio de marqués de Sagnier, y, posteriormente, en el año 1928, formó parte de la familia de Su Santidad con el cargo de "camarero secreto de capa y espada".
Fue miembro de la Real Academia de Bellas Artes de Sant Jordi y fue el único arquitecto que ganó en tres ocasiones el premio anual que el Ayuntamiento de Barcelona otorgaba al mejor edificio. Ocasionalmente se dedicó a la política y fue diputado provincial. Su obra se extiende a Cuba, México y Australia.