Hermano de Oleguer Junyent, fue un hombre inquieto culturalmente que realizó incursiones en varios campos artísticos.
Se formó en la Llotja de Barcelona y se marchó a París y a Italia para ampliar conocimientos. En sus inicios realizó tapices, pero muy pronto se decantó por la pintura de género (Clorosí, 1899; fondo MNAC) y el paisaje, de carácter sentimental y decadentista. En 1900 volvió a París acompañado por Picasso, con el que compartía estudio en Barcelona. Este hecho produjo un cambio en su obra pictórica, que desde entonces tendió a un estilo más simbolista.
Destacó como crítico de arte colaborando en las revistas Joventut y La Renaixença.
A lo largo de su trayectoria trabajó como cartelista, como encuadernador y, sobre todo, como diseñador de decoraciones de interiores.