La reforma estructural arquitectónica de la ciudad de Lima se produjo gradualmente. En el siglo XIX se dirigió hacia nuevos estilos artísticos arquitectónicos a partir del establecimiento de la República, por lo que en las postrimerías del siglo XIX la ciudad ya había cambiado ostensiblemente.

En 1905 aparece la primera edificación Art Nouveau en Lima, la Casa Courret, del arquitecto Enrique Ronderas. Otros arquitectos de la época que se sumaron a la corriente modernista fueron los hermanos Masperi y el francés Claudio Sahut.

En un primer acercamiento a la ciudad de Lima, encontramos principalmente cuatro ejes de expansión del Art Nouveau: uno en el centro, dos en la zona de expansión de principios del siglo XX y otro en el área externa, ubicado en poblaciones aledañas, donde aparecerán ranchos o casas de esparcimiento.

Se pueden establecer así cuatro ejes diferenciados en el desarrollo de esta corriente artística en la ciudad, que son motivo de nuestro análisis:

El eje central, donde se desarrollaron nuevas edificaciones sobre los solares que fueron apareciendo en el centro urbano por la demolición de las antiguas edificaciones, generadas por diversas causas, como temblores, terremotos e incendios, o por la mera renovación urbana de edificios, propia del avance social y urbanístico de la ciudad, y que se acomodaban a las nuevas corrientes de inicios del siglo XX, donde se realizarán, salvo excepciones, labores comerciales, tiendas e industrias, y también algunas residencias.

Dentro de este eje podemos resaltar casonas como la Courret, la Fernandini, el Paláis Concert , la Casa de los Atlantes y la Pygmalión, entre otras.

El eje de expansión quedaría partido en dos áreas de clara influencia modernista: el paseo Colón y La Colmena, lugares donde se ubicarán las principales familias adineradas de la ciudad.

Con la ampliación de la ciudad a principios del siglo XX, se inician en el extrarradio nuevas construcciones modernas destinadas a las clases altas, que siguen los estilos predominantes de este período, uno de ellos el Art Nouveau, con la consiguiente aparición de este tipo de edificaciones en esta ubicación y en sus zonas aledañas.

Aparecieron edificaciones modernistas de diferentes categorías, que van desde los amplios palacetes a conjuntos habitacionales, bien en edificaciones multidepartamentales con una fachada común o bien en quintas, compuestas por varios edificios o bloques que mantienen una cohesión arquitectónica encerrados dentro de un conjunto habitacional. Podemos resaltar la Casa Sal y Rosas, la Casa Molina, la Quinta Alania y la Casa de Victoria Larco.

El eje externo en Barranco y El Callao, ubicaciones donde encontramos los ranchos o casas de esparcimiento, con un tipo de edificaciones distintas a las ubicadas en el centro urbano o zonas de expansión, que vendrán caracterizadas por una idea de segunda vivienda, en la cual se puede residir las temporadas estivales, o simplemente para poder residir fuera del casco urbano de la ciudad tanto de forma esporádica como habitual. Destaca la casa Rossell Ríos, ubicada en el distrito de Barranco.