Comenzó su formación en la Llotja de Barcelona y asistiendo a clases en la Academia Cases, así como en el taller de Simó Gómez. Ganó una beca de la Diputación de Barcelona para completar sus estudios en Madrid y París, hasta 1891, año en el que volvió a Barcelona. Sus primeras obras son de temática social y marginal (Interior de taverna [Interior de taberna], fondo MNAC), pero principalmente fue un gran retratista, tanto de la burguesía catalana como de los intelectuales de la época, género en el que destacó y consiguió mucho éxito (Retrat de Raimon Casellas [Retrato de Raimon Casellas], 1894; fondo MNAC).
En los primeros años del siglo XX -hasta 1907- abandonó temporalmente la pintura para adentrarse en el mundo del espectáculo, del que fue una figura activa y de espíritu innovador. Concibió un tipo de espectáculo en el que tenían cabida todas las manifestaciones artísticas -literatura, pintura, teatro, música, cine- y en el que participaban gran parte de los artistas más representativos del movimiento modernista. Con este objetivo creó la Sala Mercè (Rambla, 122; desaparecida), cuya decoración estuvo a cargo de A. Gaudí. En ella se celebraban desde charlas hasta conciertos, proyecciones de películas, etc., acontecimientos en los que participó S. Rusiñol, E. Morera y R. Casas, y donde trabajaban Segundo de Chomón como operador y A. Gual como director artístico. Animado por este éxito, se hizo empresario del Teatro Principal, momento en el que montó la empresa Espectacles i Audicions Graner.
Cuando la empresa quebró, decidió marcharse de nuevo a América, donde trabajó como pintor, y de donde no volvió hasta muchos años después.