Personaje cosmopolita y bohemio muy conocido dentro del movimiento modernista, vivió durante largas temporadas en París, donde entró en contacto con corrientes positivistas que quiso difundir por Cataluña, y viajó a Asia y África.
Muy activo políticamente, estuvo vinculado a la ideología republicana y también participó en el Congreso Catalanista de 1880.
Como periodista, colaboró en varias revistas como L'Esquella de la Torratxa y, sobre todo, Joventut.