Escultor modelista, fue colaborador del arquitecto A. Gaudí, al que conoció estudiando en el taller de E. Puntí. Desde el principio coincidieron trabajando en las obras del Parque de la Ciutadella.
Junto con su equipo elaboró las maquetas para la Casa Batlló (1904; paseo de Gràcia, 43) y la Pedrera (1906-1910; paseo de Gràcia, 92 - Provença, 261-265), y, posteriormente, A. Gaudí le propuso trabajar de forma fija en las obras del templo de la Sagrada Familia (1882; inacabado). Su hijo, Joan Matamala, también escultor, fue colaborador y amigo del arquitecto A. Gaudí.