Este arquitecto es considerado premodernista por su eclecticismo e historicismo, pero algunas obras de su última etapa contienen elementos plenamente modernistas, como el uso de la cerámica vidriada y el ladrillo y, por tanto, se valora su huella personal. Las obras de arquitectura de este autor se pueden incluir en la estética neomedievalista y su clientela fue principalmente eclesiástica, por lo que su proyectos son en su mayoría iglesias -destaca la iglesia de las Salesas (1885; paseo de Sant Joan, 88-92). Por influencia de una clientela burguesa, su estilo fue más monumental, como, por ejemplo, en el edificio de la antigua Sociedad de Crédito Mercantil (1896-1900; Ample, 11; actualmente Escuela de Diseño Elisava).
Fue el arquitecto de la familia López (Palacio de Sobrellano en Comillas y proyecto de la fachada de la catedral de Barcelona) y de Joan Güell Ferrer (Palau Güell de Pedralbes; módulo central del actual Palau Reial, Diagonal, 686).
Actuó como asesor de la Junta de Obras del templo de la Sagrada Familia y fue quien recomendó a A. Gaudí para dirigir las obras del edificio.