Sus inicios profesionales están vinculados a la Exposición Universal de 1888 en Barcelona, para la que edificó el Palau de les Ciències i de l'Agricultura del Parque de la Ciutadella. Poco después, en 1889, ganó la plaza de arquitecto municipal en Barcelona, lo que marcó su trayectoria, ya que participó activamente en la reestructuración urbanística de la ciudad. Ese mismo año dirigió las obras de adaptación del antiguo arsenal de la Ciutadella en palacio real, aunque finalmente se convirtió en la sede del Museo de Arte Moderno de Cataluña (actual sede del Parlamento de Cataluña, Parque de la Ciutadella).
Aunque al principio las obras de este arquitecto fueron de gusto ecléctico, su estilo evolucionó hacia el Modernismo. A lo largo de su trayectoria profesional realizó obras más monumentales, como los monumentos a Francesc Rius i Taulet (1901; paseo de Lluís Companys), con M. Fuxà, y el de Frederic Soler Pitarra (1906; plaza del Teatre), con A. Querol, así como otros edificios o elementos que evidencian esta evolución, como, por ejemplo, los bancos-farolas del paseo de Gràcia de Barcelona (1906) o la marquesina del desaparecido cafè Torino (1902; paseo de Gràcia, 18).
Una de sus obras que más impactó fue el edificio de la Hidroeléctrica de Cataluña (1896-1899; avenida de Vilanova, 12), con un claro predominio del ladrillo y el hierro, que lo acercaban a las nuevas tendencias.
Colaboró con otros arquitectos, como A. Falguera en la Casa de la Lactància (1908-1913; Gran Via de les Corts Catalanes, 475-477).