Nieto del escultor y cincelador Damià Campeny, se formó en la Llotja de Barcelona, entidad en la que sería profesor unos años más tarde, y amplió sus estudios en París.
Su escultura fue muy solicitada para espacios públicos, pero también cultivó la escultura decorativa para edificios y para panteones. Los temas que elegía acostumbraban a ser anecdóticos, animalísticos e infantiles. Recibió la medalla de oro en la Exposición Universal de Viena de 1904 y en la de Atenas en el año 1908. En Barcelona, en el año 1911, ganó un concurso que el Ayuntamiento de Barcelona convocó para construir tres fuentes públicas en la zona del Eixample, que todavía pueden verse en la actualidad: La granota (La Rana, en el cruce entre la calle Còrsega y la Diagonal), El noi del càntir (El chico del cántaro, plaza de Urquinaona) y El trinxa (El granuja, en la intersección de la ronda de la Universitat y la calle Pelai).