El 1898 Juliana Pintó, viuda de Pere Màrtir Calvet, compró un solar en el Eixample de Barcelona para construir la residencia familiar e instalar en los bajos las oficinas del taller textil. Uno de sus hijos, Eduard Calvet, economista y fabricante, fue quien firmó el contrato con el arquitecto A. Gaudí, que era el encargado de llevar a cabo el edificio.
Hombre activo en la vida industrial de Barcelona, participó en varios congresos como representante de la industria catalana y ocupó varios cargos en el mundo empresarial y cultural. Asimismo, realizó incursiones en el mundo de la política como representante del partido republicano.