Este personaje representativo del arquetipo modernista, tanto por su aspecto como por su actitud, y muy influido por la personalidad de Aristide Bruant (animador de Le Mirliton), era un gran aficionado a todo aquello que simbolizaba modernidad, como el automovilismo y el mundo del deporte. Una de las imágenes que se conservan de él aparece en el cuadro que R. Casas pintó para decorar el establecimiento Els Quatre Gats, Ramon Casas i Pere Romeu en tàndem (Ramon Casas y Pere Romeu en tándem, 1897; fondo MNAC, y una copia en Els Quatre Gats, Montsió, 3 bis), donde aparecen ambos amigos.
En 1893 colaboró con M. Utrillo i Steinlen en París haciendo sombras chinescas en el Théâtre des Ombres Parisiennes, espectáculo que un año más tarde intentó presentar en Nueva York, sin conseguir éxito alguno. Posteriormente trabajó como animador en el cabaret Le Chat Noir.
Al volver a Barcelona en 1897 fundó junto con sus amigos R. Casas, M. Utrillo i S. Rusiñol la taberna Els Quatre Gats, situada en los bajos de la Casa Martí (1895; Montsió, 3 bis), construida por J. Puig i Cadafalch. La taberna estuvo abierta hasta 1903 y fue sede de tertulias de intelectuales y artistas y de celebraciones de espectáculos como sombras chinescas y conciertos. En Els Quatre Gats muchos de los artistas modernistas realizaron sus primeras exposiciones.