Carles Gumersind Vidiella i Esteba (Arenys de Mar, 1856 - Barcelona, 1915), representa junto a Enric Granados, Joaquim Malats y Ricard Viñes la cumbre del pianismo catalán a finales del siglo XIX y principios del sgle XX.
Cuando tenía cuatro años, su familia se trasladó a Barcelona. En 1878, el joven Vidiella recibió una pensión que le permitió trasladarse a París, y estudiar con mastros de renombre. Hombre de una sensibilidad delicada, interpretaba los autores con una fidelidad tan extraordinaria, que incluso llegó a entusiasmar a Arthur Rubinstein. Vivió durante muchos años en el Passatge Permanyer de Barcelona donde estuvo en contacto con diversos artistas: Francesc Miralles, Ramon Casas, Apel·les Mestres, Gaietà Cornet, Simó Gómez...
Aunque vivió toda su vida en Barcelona, Vidiella mantuvo el contacto con su ciudad natal. Invitado por el Ateneu Arenyenc de Arenys de Mar, en 1885 actuó en el Teatre Principal de Arenys de Mar, a favor de los damnificados del cólera.