La Oficina Nacional del Patrimonio Cultural de Hungria es la entidad que se encarga de la protección del patrimonio. Los orígenes de la sensibilidad y el respeto por los monumentos históricos datan de finales del siglo XIX y, después de los cambios sociales y políticos iniciados en 1988, desde 1997 está regulado por la ley, que contempla tanto los monumentos artísticos como sus entornos