La ciudad helvética de La Chaux-de-Fonds, que ostenta con orgullo el hecho de ser la ciudad situada a más altitud de Europa, forma parte del cantón de Neuchâtel, en la región del Jura. La ciudad ha basado su economía en la relojería: la fabricación, comercialización y reparación de todo tipo de relojes, con diversas industrias en activo que han generado una sólida burguesía.
El desarrollo del Modernismo en La Chaux-de-Fonds tiene sin embargo un nombre propio: Charles L'Eplattenier (1874-1946), artista y pedagogo que fundó la École d'Art (Escuela de Arte). Dentro de la escuela, en 1905, se inició un Cours supérieur d'art et décoration (Curso superior de arte y decoración) que tuvo una extraordinaria difusión -mencionamos solo que Charles-Edouard Jeanneret, Le Corbusier, estudió allí dibujo. El objetivo de Charles L'Eplattenier estaba en la línea de las modernas escuelas europeas: dibujar inspirándose directamente en la naturaleza. Pero su objetivo último era buscar un repertorio ornamental propio y original, dejando de lado las formas más internacionalistas del Art Nouveau para inspirarse en la flora y la fauna locales. Así, L'Eplattenier definió el Style Sapin (Estilo Aveto) en referencia al árbol que predomina en los Alpes jurásicos. Pero también se trabajaba a partir de otros modelos autóctonos, como el cardo plateado o la genciana. Los alumnos más destacados, una vez terminados sus estudios, se agruparon en los Ateliers d'art réunis (Talleres de arte reunidos), empresa específica dedicada al diseño y la decoración.
El Style Sapin derivó en numerosos elementos ornamentales, los relojes y sus cajas para empezar, pero también en todo tipo de artes decorativas e incidió además en la arquitectura, por ejemplo en la Villa Fallet, de 1906 -en cuyo diseño participó el propio Charles-Edouard Jeanneret-, el Monumento a la República (1910) de L'Eplattenier y la que, sin duda, es la obra más significativa, el Crematorio, construido entre 1909 y 1910.
El proyecto del Crematorio es del arquitecto municipal Robert Belli con la colaboración de Henri Robert, y todos los trabajos de decoración fueron realizados por el Cours supérieur d'art et décoration y dirigidos por el propio Charles L'Eplattenier. El edificio es de planta cuadrada con un cuerpo sobresaliente que corresponde al acceso. Del aspecto externo destaca el gran portal coronado por una monumental escultura de bronce dorado de L'Eplattenier, Hacia el Ideal. El espacio central interior es una gran sala cuadrada con una decoración exquisita que contribuye a crear un ambiente dramático y majestuoso a la vez que convierte el conjunto en uno de los hitos del arte simbolista europeo.