El Modernismo de Glasgow, conocido como el Glasgow Style, es el paradigma de la significación de clase que adopta el nuevo estilo en el contexto de una metrópoli industrial de primera categoría. El Glasgow de la década de 1890 es una ciudad económicamente próspera pero socialmente muy problemática. El acelerado proceso de industrialización que vive durante la segunda mitad del XIX la sume en un grave estado de degradación urbana. La polución atmosférica, la violencia étnica, la lucha obrera, los numerosos tugurios -los gorbals, considerados los peores de Europa-, la prostitución y el alcoholismo, son cuestiones de las que la clase pudiente quiere redimirse a través de la creación de un ambiente cultural donde poderse distinguir y semantizar.
La Glasgow School of Art, influenciada por el movimiento de las Arts & Crafts, el grupo de diseñadores The Four -Charles Rennie Mackintosh, Margaret y Frances Macdonald y Herbert MacNair-, surgido de sus aulas, y el grupo de pintores Glasgow Boys y Glasgow Girls se convirtieron en el motor cultural de la alta sociedad, interesada en invertir en bienes artísticos en una ciudad sin una sólida tradición cultural y arquitectónica. A pesar de que el Glasgow Style gozó de más reconocimiento en el continente que en las islas Británicas, especialmente en Alemania y Austria -gracias a la labor de Francis Newbery, director de la escuela de arte desde 1885, y a la difusión que las revistas The Studio y Dekorative Kunst hicieron del trabajo del grupo The Four, sobre todo del de Mackintosh-, quienes financiaron las obras de los artistas de la ciudad fueron figuras locales emprendedoras. Por ejemplo, el comerciante William Davidson, que encargó a Mackintosh su residencia en Kilmalcolm, The Windyhill; el editor Walter Blackie, que le confió The Hill House; y la extravagante propietaria de la cadena de salones de té Katherine Cranston, que apostó por su trabajo entre 1896 y 1916.
El edificio que sintetiza el Glasgow Style y que ha pasado a formar parte de la historia de la arquitectura europea es la sede de la Glasgow School of Art. El proyecto de Mackintosh, dividido en dos etapas constructivas, preveía otorgar a la escuela una imagen más artística que técnica: priorizó los estudios por encima de los talleres, la decoración integral de los espacios y el uso de nuevas formas en el tratamiento de los volúmenes. Los diseños interiores del grupo The Four, protagonizados por las hermanas Macdonald y por los artistas de la Glasgow School, como George Walton, Ann Macbeth y Jessie King, son los que introducen en el resto de Europa las planimetrías del arte japonés, las figuras de los prerrafaelitas ingleses y un gusto estilizado, sobrio y lineal en el trabajo de las artes decorativas.