A muy pocos minutos de Barcelona se halla el municipio de Esplugues de Llobregat, donde se puede visitar el testimonio de uno de los centros industriales imprescindibles para el desarrollo de las artes aplicadas del Modernisme, la fábrica Pujol i Bausis. Esta empresa, conocida popularmente como La Rajoleta (La Baldosilla), se dedicó desde la segunda mitad del siglo XIX a la elaboración de cerámica, y se convirtió en una empresa emblemática en el diseño y la producción de cerámica aplicada a la arquitectura, en forma de arrimaderos, piezas decorativas tridimensionales, respiraderos, escamas, etc. Una de las características que hacen destacar la fábrica de Esplugues entre el resto es el interés de los propietarios por producir piezas de alto valor artístico, lo cual les llevó a trabajar con distintos arquitectos como Lluís Domènech i Montaner, Antoni Maria Gallissà, Josep Puig i Cadafalch; y los artistas Lluís Brú y Adrià Gual, entre otros. Destacó también en el campo de la investigación recuperando la técnica del reflejo metálico, en la línea de la recuperación de la cerámica hispanomusulmana, que podemos ver aplicada en dos ánforas expuestas en el Salón de Plenos del Ayuntamiento y en recubrimientos cerámicos como el del Seminario de Comillas, de Lluís Domènech i Montaner.
Por otro lado, en la calle de la Església se erige una destacada muestra de la obra del arquitecto Antoni M. Gallissà, Can Casanovas (1902-1903), edificio que en la actualidad acoge la comunidad de clausura de las monjas dominicas de Montsió. Por encargo de Josep Pujol i Colom, primo de Pau Pujol Vila, propietario de la fábrica antes mencionada, Gallissà transformó una antigua masía. Sobre la estructura original proyectó una torre almenada y aplicó elementos constructivos de cerámica, como la tribuna central o el mirador sobre la calle de la Església. En el interior se conservan revestimientos cerámicos producidos por Pujol i Bausis y bellas muestras de vitrales. Tras la muerte de Gallissà, el arquitecto Josep Font i Gumà finalizó los trabajos de reforma.
El Archivo Municipal de Esplugues de Llobregat custodia el fondo Pujol i Bausis que, además de conservar diversos proyectos y diseños, permite documentar la relación de los arquitectos y artistas modernistas con la empresa. Además, el Archivo acoge también el fondo del mosaiquista, escenógrafo y dibujante Lluís Brú, compuesto por diversos proyectos y diseños de sus obras, así como por los aparatos, herramientas y materias primas de un taller de donde surgieron creaciones tan destacadas como los mosaicos del Palau de la Música Catalana. De este modo, Esplugues completa un conjunto de elementos que ilustran perfectamente el papel desarrollado por la producción cerámica en la configuración del Modernisme.