Inició sus estudios de música con el pianista J.B. Pujol, pero él mismo consideraba su maestro principalmente a F. Pedrell, quien le dio a conocer la obra de Wagner e influyó plenamente en su trayectoria. Completó su formación musical en París con Charles Bériot hasta 1889, y en esta ciudad francesa entró en contacto con músicos como Debussy y D'Indy y reafirmó su amistad con I. Albéniz, al que ya conocía de Barcelona.
Durante los primeros años de su vida artística tuvo que tocar en varios cafés de Barcelona, como muchos otros músicos, amenizando las veladas de los clientes y realizando pequeños conciertos pianísticos.
Su concepción de la música estaba vinculada a la idea de arte total y colaboró con otros intelectuales, sobre todo literatos. Entre 1901 y 1906 trabajó con A. Gual en el Teatro Íntimo y posteriormente con A. Mestres, realizando la ópera Picarol o Petrarca. En 1900 creó la Sociedad de Conciertos Clásicos, y en la misma época fundó la Academia Granados, que gozó de mucho prestigio en la Barcelona del momento.
La producción musical de este autor refleja un aire cosmopolita, internacional, que en algún caso fue criticado, ya que se esperaba de él una obra más arraigada en su tradición cultural. Su estética musical estaba ligada al Romanticismo de Schumann, Schubert y Chopin.
Escribió principalmente obras de piano, como Doce danzas españolas y Capricho español, y música de cámara.
Murió junto con su esposa ahogado en un barco que fue atacado por un submarino alemán cuando volvían de estrenar Goyescas en Nueva York.