Siendo muy joven se trasladó a Barcelona e ingresó en el taller de A. Rigalt, donde aprendió la técnica del esmalte sobre vidrio. Más tarde trabajó en el taller de F. Vidal y después ingresó en la Llotja.
Por motivos personales tuvo que viajar a México, donde asistió a la Escuela Nacional de Bellas Artes y al taller del norteamericano Mr. Wenwoor, en el que trabajó alguna vidriera esmaltada. En 1908 regresó a Barcelona y reemprendió su trabajo en el taller de F. Vidal, en el que cultivó diversos campos artísticos, como el diseño de muebles, la decoración de interiores y la elaboración de aplicaciones de esmalte para diferentes objetos.
Fue presidente del Fomento de las Artes Decorativas (FAD) entre 1922 y 1949, donde escribió diversos escritos teóricos y divulgativos que lo dieron a conocer.