Hijo del ebanista Francesc Vidal, comenzó con él su formación, a la vez que colaboraba como dibujante con G. Homar. En 1899 realizó un viaje a Londres, donde aprendió la técnica del vidrio cloisonné en los talleres de Barthles and Pfister, si bien no aplicó de forma habitual esta técnica en sus piezas. Aunque trabajaba en el taller de su padre, realizó trabajos para la casa de Bertrand Serra haciendo vidrieras, farolas y postigos (Paravent dels nenúfars [Postigo de los nenúfares], 1899-1904; fondo MNAC) con la técnica del cloisonné.
Después de una estancia en Sudamérica sin producir nada, volvió a Barcelona en 1913 para hacerse cargo del taller de su padre.