Comenzó los estudios de ingeniería industrial, pero muy pronto, en el año 1885, se matriculó en la Llotja para iniciarse en el mundo de la pintura. Ejerció como pintor con obras de temáticas variadas y, por motivos económicos, tuvo que montar su propia academia de pintura y dibujo en Gerona, donde se había establecido unos años antes.
En 1902 dejó la pintura y se adentró en el mundo literario colaborando en algunas revistas gerundenses, donde teorizó sobre las ideas del Modernismo. En 1911 se estableció en Barcelona, donde dirigió la revista L'Esquella de la Torratxa y La Campana de Gràcia. Paralelamente, escribía artículos periodísticos en los periódicos La Publicitat y La Veu de Catalunya. Fue procesado y encarcelado a raíz de la publicación de un artículo.
A pesar de que consiguió éxito como escritor, continuó impartiendo clases de pintura en la Escuela del Bosc en Montjuïc, del Ayuntamiento de Barcelona. Defensor de las ideas modernistas, se enfrentó muy pronto a la nueva corriente novecentista.