El mosaico de trencadís es una de las imágenes que mejor identifican la obra de Antoni Gaudí. En el Modernismo, la arquitectura representa la síntesis de todas las artes y, gracias al uso adecuado de la ornamentación, se genera una rica combinación de formas, volúmenes, texturas y también de colores -un color que viene dado, sobre todo, por el uso del mosaico de cerámica y vidrio.
Esta exposición quiere explicar el origen y evolución del trencadís que acaba en un proceso de deconstrucción de esta técnica, descubriendo la materia prima a partir de la cual se compone. Así, se presentan piezas originales y réplicas junto a fotografías, de forma que se pueden identificar una gran parte de los materiales empleados.