La exposición presenta un conjunto de obras escogidas que recoge el más representativo de Lluïsa Vidal (Barcelona, 1876-1918). Transcurre en un itinerario que va desde los ejercicios académicos del cuerpo desnudo hasta el cuerpo vestido que podemos observar en los grandes retratos. El ser, el cuerpo y su postura, la expresión del rostro, en definitiva la figura humana, fueron el centro de interés del artista a lo largo de toda su carrera.
Vidal trata todos los aspectos del mundo de las mujeres desde una visión muy íntima y genuina que descubrimos a partir de pequeñas notas al aceite. La maternidad y la infancia están representadas en una serie de dibujos y aceites como por ejemplo Marcelet enfermo y Primeras pasas. También encontramos unas escenas urbanas llenas de inmediatez y movimiento, y el plein air, que disfrutamos en unos apuntes de calle y unas notas de las playas de Blandas.
La tarea de Vidal como ilustradora se muestra en un conjunto de dibujos originales realizados para las revistas Feminal y la ilustración Artística, con técnica al carbón, guaix y una grisalla en aceite.
Nos encontramos ante una pintora profesional que nació al si de una familia culta, liberal y amante de las artes que le dio las herramientas necesarias para formarse y elegir una profesión artística, cosa inusual en el último cuarto del siglo XIX. Francesc Vidal y Jevellí, padre de la pintora, introdujo el esteticismo, del japonismo y precursor del Modernismo en Barcelona.
La muestra, que se podrá visitar en la sala de exposiciones de la Casa museo Lluís Domènech y Montaner de Canet de Mar hasta el 17 de febrero de 2019, está comisariada por la Dra. En historia del arte, Consuelo Oltra.