Dentro del programa general de "Ciudades Educadoras de América Latina" la ciudad de Rosario ha puesto en marcha un proyecto de revalorización de las ciudades como base de un proyecto global educativo que tiene como objetivo último la implicación activa de la ciudadanía. Como primer paso, se potencia la recopilación de materiales documentales y bibliográficos sobre el patrimonio construido, en lo cual el estudio y la puesta en valor de los edificios de estilo modernista o Art Nouveau juegan un papel destacado.
La ciudad argentina de Rosario entró por la puerta grande en el grupo de las ciudades pioneras del Modernismo gracias a la presencia de un arquitecto catalán, Francesc Roca i Simó, que residió en ella entre 1913 y 1919. Junto a un grupo de colaboradores de calidad, como el escultor Dídac Masana, también de origen catalán, y el vidriero Salvador Buxadera, que trabajaba asociado con el pintor Eugeni Fornell, renovaron la arquitectura pública y privada de la ciudad.