Subotica es una ciudad serbia de unos 100.000 habitantes situada muy cerca de la frontera con Hungría. Durante el establecimiento del Impero austrohúngaro la ciudad vivió un desarrollo importante, al que contribuyó el hecho de convertirse, a partir de 1896, en un importante nudo de comunicación ferroviaria, lo que favoreció que varios comerciantes, artesanos y financieros se instalaran en la ciudad. Con el crecimiento se construyeron varios edificios que siguieron distintos neos europeos y estilos académicos, pero la Secession marcó con su carácter el centro de la ciudad. Con la llegada de arquitectos húngaros la ciudad vivió una renovación urbanística que, acorde con la modernidad del momento, la convirtió en el principal centro del Modernismo en la actual Serbia.
La primera muestra de estilo Secession que se construyó fue la sinagoga (1901-1902), obra de Marcell Komor y Dezsö Jakab, discípulos de Ödön Lechner. Es una excelente muestra de la Szecesszió húngara, que en el exterior combina los paramentos estucados con el perfil de obra vista y con decoración de cerámica esmaltada de la factoría Zsolnay de Pécs. El interior se decoró con elementos de madera tallada y pinturas coloristas con representaciones vegetales, florales y plumas de pavos reales, que se repiten en los vitrales, obra de Miksa Róth, de Budapest. Para construir la amplia cúpula del espacio centralizado, soportada por una estructura de acero, se introdujeron técnicas modernas como el uso del sistema de red metálica Rabitz, inventado en 1878 por Karl Rabitz en Berlín.
Entre 1908 y 1910 los mismos arquitectos construyeron el nuevo ayuntamiento, un grandioso edificio con un campanario imponente que domina la ciudad y que se ha convertido en su símbolo más claro. Para su decoración, derivada de los motivos propios de la artesanía tradicional, se utilizaron nuevamente piezas cerámicas de la factoría Zsolnay y vitrales de los talleres de Sandor Nagy y Miksa Róth. Obra de los mismos arquitectos es el edificio del Banco Szabadkvideki Kereskedelmi (1907).
Otro exponente de la arquitectura modernista es la casa que se construyó el arquitecto Ferenc J. Raichle (1904), decorada con mosaico veneciano, que actualmente acoge una galería de arte. A poca distancia de la ciudad se encuentran las instalaciones de ocio del lago de Palic, con varias construcciones interesantes, obra también de Komor y Jakab, como por ejemplo el Baño de las Mujeres, la Torre del Agua y la Gran Terraza (1912).