Ponce es la segunda ciudad en importancia de Puerto Rico. Durante la segunda mitad del XIX experimentó un crecimiento económico gracias a la implantación de explotaciones agrícolas azucareras dirigidas, en régimen de esclavismo, por familias extranjeras. Muestra de dicho progreso económico fue la celebración de la Feria Exposición de Ponce de 1882 donde se exhibió el desarrollo agrícola e industrial del país, de la cual queda como testimonio el antiguo pabellón que hoy acoge el Museo del Antiguo Parque de Bombas. Así la ciudad se ganó el reconocimiento de la capitalidad económica y cultural del sur del país, colocándose casi al mismo nivel de San Juan, hasta que a partir de la invasión norteamericana de 1898, con la implantación de un sistema político centralista, y ligado a la pérdida de los mercados de Cuba y España, fue perdiendo buena parte de su importancia socioeconómica.
El ensanche de la ciudad fue diseñado hacia 1867 por el ingeniero catalán Fèlix Vidal D'Ors (graduado en Madrid en 1839), que dotó a la ciudad de un carácter arquitectónico especial, diferenciándola del resto de núcleos portorriqueños, ejemplificado en el uso de chaflanes para ordenar las intersecciones de las calles.
Durante las décadas de apogeo económico en la ciudad se construyeron residencias que generalmente seguían los esquemas constructivos de raíz academicista; a pesar de ello, algunos exteriores denotan el eco de formas nuevas, y sobre todo encontramos muestras de Modernismo en algunos de los interiores, por ejemplo la Casa Salazar, de Blás Silva (1911), donde se conservan bellas muestras de pavimentos de gres cerámico y de cierres de vitrales.
Algunos de sus pobladores, de origen español, querían llevar a la nueva tierra las arquitecturas propias de sus lugares de origen, pero para ilustrar las vías de influencia en la arquitectura de Ponce es interesante el ejemplo de Alfredo Wiechers, uno de los arquitectos más destacados de la ciudad. Nacido en Ponce, estudió en la Escuela de Bellas Artes de París y vivió unos años en Barcelona, donde trabajó en el estudio de Enric Sagnier. Cuando en 1911 regresó a Ponce, puso en práctica los conocimientos e influencias adquiridos en Europa, como puede verse en la Casa Sellarés o en su propia vivienda y estudio, conocida con el nombre de Casa Wiechers-Villaronga (1912). Con el transcurso del tiempo las influencias modernistas derivaron hacia formas Art Déco, como puede apreciarse en el antiguo Cine Fox Delicias (1931) de Francisco Porrata Doria.