Palermo es una de las capitales del Liberty en Italia y un caso excepcional en las provincias del sur. A diferencia de las ciudades septentrionales, como Milán, Turín o Bolonia, en Palermo el Liberty se desarrolla con cierta autonomía con respecto a la influencia foránea gracias a la mano de dos figuras de renombre europeo, el arquitecto y diseñador Ernesto Basile y el ebanista Vittorio Ducrot, ambos responsables de la introducción de la idea de la obra de arte total en el país. Si bien en Italia el Liberty -nombre que recibe el nuevo estilo, derivado de la firma londinense de Arthur Lasenby Liberty- se popularizó a raíz de las exposiciones internacionales de Turín, en 1902, de Venecia, en 1903, y de Milán, en 1906, en el caso concreto de Palermo la experimentación con las nuevas formas se inicia en la última década del XIX y abarca desde la arquitectura a las artes industriales y decorativas, como el hierro forjado, la cerámica, el vidrio, el mosaico y el mobiliario.
Tras la anexión de Sicilia al Reino de Italia en 1860, la ciudad inicia un proceso de modernización de las infraestructuras urbanas y económicas que tiene como punto culminante el plan regulador general, diseñado por el ingeniero Felice Giarrusso en 1885, y la organización de la Exposición Nacional de 1891. La renovación de la estructura urbana se centró en la parte norte a partir de un eje de unión entre la estación de tren y la zona portuaria. La construcción de las nuevas vías abrió todo un territorio edificable en el cual se concentraron los edificios públicos Liberty más significativos de Palermo, como la Cassa Centrale di Risparmio y el Palazzo delle Assicurazzioni Generali Venezia, ambos de Basile, o el Teatro Biondo de Mineo y el Palazzo Ammirata, de Rivas.
La presencia en la ciudad de una clase burguesa industrial y emprendedora facilitó la adopción del nuevo arte, identificado en Italia con la naciente unión política y la prosperidad económica. Una de las familias que apostaron por el Liberty fueron los Florio, quienes encargaron a René Lalique el diseño del logotipo de la Targa Florio, la carrera automovilística siciliana, y a Basile el proyecto exterior e interior de su residencia. Junto a los Florio, que también se dedicaron a la cerámica decorativa, los Golia-Ducrot, propietarios de la casa de muebles y objetos ornamentales más importante de Italia, modernizaron e internacionalizaron la producción artesanal siciliana. La colaboración, desde 1899, entre Ducrot y Basile produjo auténticos escenarios Liberty, como el comedor del Hotel Villa Igiea o la propia casa de Basile, Villa Idea, un proyecto integral Liberty que junto a Villa Fassini constituyen las dos joyas del nuevo lenguaje constructivo de Basile, inspirado en la tradición normanda y gótica catalana de la arquitectura siciliana.