La población de Novelda, en la provincia de Alicante, es uno de los pocos casos en la Península Ibérica que genera una interesante producción modernista sin ser una ciudad industrial. Ha tenido una economía fundamentada en la agricultura -sobre todo en la producción de vinos-, si exceptuamos las canteras que producen mármoles de calidad.
En Novelda encontramos un conjunto sorprendente, el santuario de la Magdalena y tres casas que pertenecen a la misma familia, terratenientes de ideas liberales que se habían enriquecido con el comercio del azafrán. Pero el valor del conjunto aumenta gracias al excelente estado de conservación de algunos de los interiores.
Una mujer emprendedora, Antònia Navarro i Mira, fue quien promovió los conjuntos que se conservan en mejor estado, la casa de la calle Mayor 22, convertida ahora en Casa-Museo Modernista, su propia vivienda, y la del número 6 de la misma calle. El primero de los dos edificios es un gran caserón de estilo ecléctico, obra del arquitecto murciano Pedro Cerdán Martínez (1903-1905), que reproduce el mismo sentido convencional en la distribución interior. Pero su importancia reside en el hecho de que conserva en perfecto estado todos los elementos industriales, pavimentos hidráulicos, yesería, barandillas, el mobiliario completo y las pinturas del comedor. Por desgracia, no se sabe quién fue el artífice de esta intervención. La casa del número 6 de la calle Mayor, convertida ahora en Oficina de Turismo, presenta una fachada mucho más discreta, pero la distribución interior tiene características similares. El decorador fue un ebanista procedente de Cataluña, llamado José Izquierdo. La tercera casa, en la plaza de San Vicente 3 y 4 (1908), que sigue siendo vivienda, tiene la ventaja de que se conocen los nombres de los industriales y comerciantes que trabajaron en ella. A pesar de las dificultades en la atribución de la autoría de estos interiores, nos permitimos suponer que tal vez el mismo equipo de industriales trabajó en las tres viviendas, ya que presentan características comunes.
Encontramos también a los descendientes de Antònia Navarro i Mira en la iniciativa de erigir un santuario a María Magdalena en una colina donde se ubica el primitivo asentamiento de Novelda. Es un templo insólito, lejanamente inspirado en la Sagrada Familia de Gaudí, que fue proyectado por el ingeniero José Sala Sala y ejecutado por los maestros de obras locales Ceferí Escolano y Antoni Amorós. La primera piedra se colocó el 29 de enero de 1918 y no se inauguró hasta 1946. La fachada es de piedra rústica alternada con hiladas de ladrillo que le otorgan un vistoso cromatismo, y la sucesión de tramos con arcos apuntados coronados por una cruz tiene claras reminiscencias gaudinianas.