Nancy, que había vivido un momento de máximo esplendor en el siglo XVIII cuando Stanislas Leczinski, antiguo rey de Polonia, estableció ahí su residencia, es considerada una de las capitales mundiales del Art Nouveau.
En 1871, después de la guerra francoprusiana, Francia tuvo que ceder Alsacia y parte del territorio de Lorena. Ello motivó que un número importante de habitantes de la zona anexionada, muchos de ellos industriales, artesanos cualificados, académicos o profesionales liberales, emigraran a Nancy, para no tener que adoptar la nacionalidad alemana. Esta llegada de profesionales a la ciudad, donde ya había importantes industrias químicas y siderúrgicas, y una marcada tradición en el campo de las artes decorativas, hizo posible un ambiente creativo que situó el nombre de Nancy en un lugar privilegiado dentro del universo del Modernismo internacional.
En el año 1884 las creaciones de cerámica y vidrio de Émile Gallé ya consiguieron medallas de oro en la VIIIe Exposition de l'Union Centrale des Arts Décoratifs de París. En 1889 participaron con éxito en la Exposición Internacional de París, Émile Gallé, Louis Majorelle, Émile Friant y Victor Prouvé. Algunos miembros del grupo de Nancy fueron también presentados en la Exposición Internacional de Chicago de 1893, y consiguieron un éxito rotundo en la Exposición Universal de París de 1900.
Bajo el impulso de Émile Gallé, internacionalmente reconocido por su trabajo con el vidrio, en 1901 se fundó la Alliance Provinciale des Industries d'Art, École de Nancy, que agrupaba a los industriales y artesanos de la ciudad para defender y facilitar el desarrollo de las industrias de arte. El primer presidente fue el propio Gallé; los vicepresidentes, Louis Majorelle (industrial, decorador y ebanista), Antonnin Daum (industrial y vidriero) y Eugène Vallin (arquitecto y ebanista) y contaba con hasta 36 miembros más entre arquitectos, decoradores, pintores, industriales, críticos de arte... Una característica de l'École de Nancy es la concepción de la creación artística, tanto en el ámbito del objeto de lujo como en el de la producción seriada, mediante la comunicación entre industria y arte.
Pronto la nueva arquitectura llegó también a Nancy. En 1901 el arquitecto parisino Henri Sauvage construyó la casa del ebanista Louis Majorelle, y ese mismo año Charles y Émile André construyeron los almacenes Vaxelaire, el primero de los comercios en adoptar las formas Art Nouveau, que siguieron extendiéndose por la ciudad con obras como la Graineterie Génin-Louis (1901) de Henri y Henry Gutton o la Brasserie Excelsior (1910) de Lucien Weissenburger y Alexandre Mienville.