A partir de la segunda mitad del siglo XIX, se inician en Lieja grandes trabajos de saneamiento. Barrios enteros experimentan transformaciones, como el de la isla Outremeuse; otros emergen entonces, como el del Laveu. Al día siguiente de la Exposición Universal de 1905, se parcelan los terrenos del barrio de Vennes-Fétinne y se construyen numerosas villas señoriales.
La burguesía industrial liejense domina el panorama económico y político, y exige unas viviendas dignas de su rango: unas casas equipadas con las últimas innovaciones, como la electricidad y el gas, y, sobre todo, que simbolicen la modernidad, el progreso y el éxito. En Bruselas, Victor Horta y Paul Hankar revolucionan las prácticas arquitectónicas tradicionales, impulsan e imponen el uso del vidrio, el hormigón o el metal, materiales generalmente reservados a las grandes obras de ingeniería.
Se produce un replanteamiento de la organización espacial de los hogares del siglo XIX, donde las estancias se situaban en hilera. Con sus espacios modulables alrededor de un patio de luces, Horta desafía tanto el arte constructivo como la concepción de la residencia burguesa. Poco a poco se va abandonando el repertorio decorativo específico de los estilos históricos (neogótico, neorenacentista...). Aparecen nuevas formas surgidas del mundo vegetal. Ha nacido el Art Nouveau.
En Lieja, además de Gustave Serrurier-Bovy, activo principalmente en el ámbito de las artes decorativas, la vanguardia arquitectónica está dominada por Paul Comblen y Paul Jaspar, profundamente marcados por las lecciones de Paul Hankar. Sensible a la influencia orgánica del Art Nouveau, Paul Comblen es un adepto convencido del arte total. Paul Jaspar, más prolífico, es el fundador de una nueva concepción de la arquitectura basada en los preceptos de Hankar y en una interpretación ilustrada del estilo mosano, que en la Exposición Universal de 1905 se bautizará como "Viejo-Lieja". Este estrecho vínculo entre modernidad y tradición confiere al Art Nouveau liejense su carácter distintivo. Más que un vocabulario personal, Jaspar crea "escuela"; sus discípulos, entre ellos Victor Rogister o Clément Pirnay, aplican sus preceptos.
El Art Nouveau se convierte rápidamente en una moda, y trasciende los cenáculos cerrados de la vanguardia. El repertorio decorativo moderno se conjuga según el gusto de cada cual. Joseph Nusbaum, más que Jaspar, mezcla el estilo Art Nouveau y el "Viejo-Lieja", mientras que Maurice Devignée lo asocia con los estilos históricos. Si la permanencia de la tradición es una de las características del Art Nouveau liejense, la importancia de la escultura ornamental en fachada es sin duda otra de ellas. Se trata de rostros femeninos de cabelleras ondulantes, que recuerdan los carteles de la Belle Époque y que animan numerosas construcciones.
El Art Nouveau de Lieja es un reflejo de su clientela burguesa, progresista y hecha de tradición. Este movimiento, que tuvo una existencia efímera, de apenas quince años, conoció a orillas del del Mosa un éxito que, a pesar de las numerosas demoliciones, continua marcando el paisaje.