El arte modernista en la localidad de Cardedeu, como en otras localidades de El Vallès Oriental, está relacionado con el desarrollo del fenómeno del veraneo. Cardedeu tenía una economía fundamentalmente rural hasta que se convirtió en una de las localidades de veraneo de la burguesía barcelonesa atraída por la benignidad del clima y por la proximidad, solo a una hora de camino tras la llegada del ferrocarril. Los "veraneantes", a los cuales se denominaba incluso los "señores", llevaban una vida segregada del resto de la población, construyeron barrios residenciales, tenían sus propios lugares y formas de ocio y vestían de modo distinto, pero, sin duda, contribuyeron a mejorar las condiciones económicas de la villa.
Las primeras casas de veraneo datan de la década de 1880 pero la construcción de este tipo de viviendas experimentó un fuerte desarrollo en los primeros años del siglo, coincidiendo con el período en que Manuel Joaquim Raspall empezó a trabajar en El Vallès Oriental. A pesar de la vinculación familiar de Raspall con La Garriga, la primera plaza oficial que tuvo en la comarca fue en Cardedeu, donde fue nombrado arquitecto municipal, poco después de haber terminado los estudios, en 1904.
De este primer momento plenamente modernista, según ha estudiado su biógrafo Lluís Cuspinera, dejó un importante número de construcciones, muchas de las cuales se conservan todavía en buen estado. La más significativa es la Alquería Cloelia (1904), la casa de veraneo de Mercè Espinach, una construcción en la que trató con esmero todos los elementos ornamentales: el rótulo de bello diseño modernista, el color de los esgrafiados y el trencadís de mosaico, así como las fuentes de azulejos cerámicos del jardín y la cerca con un cuidado trabajo de hierro forjado.
Raspall también trabajó para la burguesía agraria local, los Viader por ejemplo, para quienes reformó la vivienda (1917-1922) en un estilo ya dentro del Novecentismo. Pero, en cambio, retornó a las texturas y al contraste de colores del Modernisme en la Granja Viader (1925), con una fachada blanca donde contrastan las puertas y las ventanas de obra con la carpintería de color azul. Para la familia Viader construyó además un panteón en el cementerio municipal (1919-1921). También trabajó en Cardedeu el arquitecto Eduard M. Balcells, autor de la Casa Gual (1912), que había realizado importantes casas de veraneo en Cerdanyola.
En Cardedeu se encuentra el Museo-Archivo Tomàs Balbey, que recoge la donación de este erudito y que organiza, con el Consorcio de Turismo, la Ruta Raspall.