En 2010 el Templo de la Sagrada Familia llega a la recta final de una etapa e inicia un nuevo ciclo.
Hace más de 127 años que la asociación de fieles bajo la advocación de san José puso la primera piedra de este gran sueño que Antoni Gaudí transformaría en uno de los mayores templos del mundo que, debido a su magnitud, tendrían que seguir construyendo sus sucesores. Generación tras generación, y a pesar de las vicisitudes históricas, el pueblo de Cataluña ha manifestado siempre su voluntad de continuar su proyecto y no ha dejado de respaldarlo.
Ahora, llegado el año 2010, según la maqueta que Gaudí dejó a escala 1/10, y con el cubrimiento de la nave central del templo, el interior quedará terminado, finalizando así una parte importante de esta gran obra, que permitirá abrirla al culto y que se convierta en un lugar de plegaria y de mensaje fraternal.
La nave de 4.500 m2 con capacidad para más de 8.000 personas y más de 1.100 cantores ofrecerá la posibilidad de vivir una experiencia estética única, gracias a la original concepción del espacio, a una peculiar aplicación de la geometría y a los materiales, las formas y los colores usados.
Finalizada esta actuación podrá decirse que se ha construido ya un 60% del templo, porcentaje conseguido gracias a todos quienes han colaborado, desde el peón hasta la Junta Constructora, el arquitecto jefe y su equipo, pero también, y especialmente, los Amigos del Templo y todos los visitantes del mundo entero. A todos ellos debemos la capacidad de dar este nuevo paso en la construcción del templo y empezar una nueva etapa abierta a acoger unas manifestaciones de religiosidad y vocación universal que proclamen la fe, el amor, la paz y la justicia entre los hombres, a la vez que ejemplo singular de nuestra cultura.